La oración se encuentra en toda la Biblia: desde Adán y Eva conversando con Dios en el jardín del Edén hasta que Juan recibió la revelación de Jesús. Dios espera que lo llamemos a Él. Los cristianos deben conversar con Dios durante el día y la noche a medida que avanzamos en la vida (1 Tesalonicenses 5: 16–18; Efesios 6:18) y en momentos que están específicamente reservados para orarle a Él (Mateo 6: 5–6). Puede parecer diferente para cada cristiano y para cada día, pero estamos llamados a la oración diaria.
Pronto iniciaremos nuestra Oración Distrital. Todos seremos parte de este gran proyecto, en donde esperamos la presencia del Espíritu Santo.
LA GRAN COMISIÓN
Marcos 16:15
15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Tres razones para motivarnos a la proclamación del mensaje de salvación
I. Es un mandato de Dios.
II. La predicación es una garantía de Éxito
III. Es un mensaje universal.
Conclusión: Prediquemos el Mensaje de salvación.